Foto: A. Peralta Silva
Escrito de Revista Semana
Comentario de Diana Luna para Urdimbre.
Vehementemente, en las principales ciudades del país, hemos rechazado los crímenes de líderes sociales y comunitarios, quienes en la mayoría de lo casos, habían recibido amenazas por parte de grupos al margen de la ley. Asombra la forma sistemática y recrudecida en que regresan los tiempos de horror, que se creían superados con el proceso de Paz y la reincorporación de excombatientes.
Desafortunadamente, el pais se ha dado cuenta, tardiamente que la falacias del gobierno de una Paz duradera y real, están lejanamente alcanzables y no son del interés del rol político en mayorías representadas hoy en el congreso de la República, como han sido las directrices del nuevo gobierno, aún sin posesionar.
También, que los orígenes de estos asesinatos selectivos, tienen unas fuertes relaciones de poderes legitimados desde las mismas instituciones del Estado, Altas Cortes, Congreso, Fiscalía, Ejercito, entre otros teniendo en cuenta procesos Judiciales donde funcionarios se encuentran involucrados con movimientos cuestionados y violentos.
Sin duda, es mucho lo que hay que trabajar. Pese a la falta de voluntad de nuestros Padres de la Patria, que no se colocan en los zapatos del vapuleado pueblo. Son demasiados los intereses que hay en juego para poder pacificar lo territorios y vencer la impunidad, como dice el tango,,,¨Estamos Tocando fondo¨ Y eso que tenemos nobel de Paz, que no nos ha servido de mucho......
“En otros países serían héroes nacionales. Aquí los
matamos”: Francisco De Roux sobre líderes asesinados-
El Presidente de la Comisión de la
Verdad recibió de parte de familiares de líderes asesinados el informe Defender
la Vida, que recoge los casos de agresiones contra defensores de derechos
humanos.
El padre De Roux aseguró, al recibir el informe, que los líderes
asesinados eran “extraordinariamente frágiles” porque no creían en las
armas. “En otros países, en otros lugares de la tierra, estas mujeres y
estos hombres serían héroes nacionales. Aquí los matamos”, afirmó.
Este es el texto completo de su intervención:
Yo quisiera decirles que nosotros sentimos muy hondamente lo que
ustedes traen aquí en el dolor de sus parientes, de sus seres más queridos
asesinados. Primero porque era gente buena a quienes queríamos en las
comunidades, a quienes admirábamos en sus familias, en quienes sus padres
soñaron que serían el futuro y para sus hijos eran el símbolo de grandeza de
sus familias, gente buena.
No solamente eran buenos. Es que ser buenos a veces es fácil ser
buena persona. Era gente justa, que se la estaba jugando porque la justicia
fuera en serio, que se respetara la vida de los campesinos; que fuéramos serios
con la paz, que fuéramos serios con el respeto a la mujer y que no transigían
cuando la justicia era soslayada, cuando el Estado o cualquier organismo de
cualquier clase se opusiese contra la justicia.
Eran seres protagónicos y esto sí que incomoda a un Estado que
no es democrático. Eran seres protagónicos que se plantaban delante de los que
tenían armas para hacer respetar la dignidad de su gente. Y se plantaron
delante de paramilitares, delante de la guerrilla y delante de cualquier cosa
para hacer sentir que el ser humano no baja la cabeza ante nadie y que la
dignidad de cada uno de nosotros y en la defensa de esa dignidad está la
dignidad de todos.
Era gente que luchaba en forma no violenta contra estas
realidades tan difíciles. Ustedes tienen más información, pero yo no he
conocido estas 311 personas a las que nos estamos refiriendo, pero que de
ninguna de ellas se pueda decir que sacó un arma para enfrentarse a bala con la
gente que venía a matarle. No. Ponían el pecho, ponían el rostro, tenían el
coraje de decir con la palabra y con su trabajo lo que valían sus comunidades.
Eran hombres y mujeres de paz. Estaban convencidos que la solución no estaba en
las armas y justamente por eso eran extraordinariamente frágiles e inmensamente
valiosos desde el punto de vista ético. En otros países, en otros lugares de la
tierra, estas mujeres y estos hombres serían héroes nacionales. Aquí los
matamos.
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mujer que hizo campaña por Petro y fue asesinada?
En nombre de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad,
la Convivencia y la No Repetición, quiero agradecerles la confianza que ustedes
depositan en nosotros y quiero pedirles que nos ayuden. Somos solamente un
pequeño grupo de cinco mujeres y seis hombres con una responsabilidad inmensa,
ustedes saben mucho más que nosotros. Nosotros no podemos pretender conocer la
verdad de las luchas del pueblo nasa, ni la lucha de los campesinos del Valle
del río Cimitarra ni conocer las profundidades de la lucha del pueblo chocoano.
Necesitamos no solo el testimonio de sus víctimas porque parte de la verdad que
vamos a hacer es honrar las memorias de estas víctimas, hacer valer ante el
país esa simple verdad de haber sido asesinados por haber luchado por la vida,
el dolor de sus familias y el impacto que causaron en sus territorios. Esa
simple verdad. Pero, por supuesto, tenemos que ir mucho más allá. Como ustedes
lo han hecho, tenemos que comprender los patrones, los comportamientos que han
dado lugar a estas barbaries y más allá: penetrar en las profundas razones
económicas, políticas, culturales y conocer la historia que nos llevó a esta
realidad.
¡Ayúdennos! Nosotros once, solos, no podemos. La verdad no es
nuestra, es de todo el pueblo colombiano porque las víctimas fueron de todas
partes. También tenemos que despejar la verdad del secuestro, la verdad de las
minas antipersona, así como tenemos que despejar, por supuesto, la tremenda
verdad de los falsos positivos, de las ejecuciones extrajudiciales, de la
desaparición forzada, de los presos políticos y de la tortura. Tenemos que
entrar en todo eso y necesitamos de su ayuda y también necesitamos que nos
acompañen con el análisis de las cosas. Nosotros nos consideramos simplemente
parteros y parteras de una verdad que es de los colombianos.
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Y esto que los ha reunido a ustedes aquí hoy que es la
repetición de lo que pensábamos que había terminado, nos pone en un desafío muy
difícil que queremos enfrentar pero que necesitamos de su ayuda. Es nuestra
responsabilidad contribuir a los caminos de no repetición en Colombia y la
repetición continua. En estos tres años que vamos a estar trabajando hombro a
hombro, ayúdennos a encontrar cuáles son los puntos de fondo que hay que
plantearle al país. Pero que lo digamos todos: no nosotros once, que no tendría
ninguna fuerza sino que todos pudiéramos plantearlo con rigor, defenderlo con
decisión y convertirlo realmente e una práctica y en resultados efectivos.
De nuevo, muchísimas gracias y, por favor, ayúdennos porque esto
tenemos que hacerlo entre todos. Es nuestra dignidad como pueblo colombiano lo
que está en juego. Gracias.
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