EL PAIS. Comentario de Urdimbre.
´Alagador es saber que se mueven las intencionalidades, girando a favor de la Inclusión. Se organizan los acontecimientos en torno al decretado DECENIO MUNDIAL AFRODESCENDIENTE. Como prácticas que los estados del mundo deben asumir con decretos y normas que posibiliten generar acciones de inclusión, en favor de los desfavorecidos y empobrecidos pueblos de la cultura negra, afrodescendientes, raizales y palenqueros, para el caso de Colombia. Iniciativa que sin duda, pondrá sobre el tapete, no solo la difícil situación económica que sobrellevan pueblos enteros del África, sino también el deterioro en materia de DDHH, El debate aún comienza, se hacen llamados a humanizar las zonas en emergencia, por la guerra, y desde este medio, hacer una alerta y llamado por LA SITUACIÓN DE LAS MUJERES NEGRAS, que están inmersas en conflictos armados, y de religión. LIBERTAD PARA TODAS, YA. Claudia Mar, para Urdimbre¨.
A través de su
programa de becas, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos (ACNUDH) potencia una nueva generación de activistas de ascendencia
africana, que contribuyan a la protección y promoción de los derechos de los afrodescendientes
en sus respectivos países. Isabelle Mamadou, primera representante española
seleccionada en este programa, comienza a coordinar en España acciones en
Derechos Humanos en el marco del Decenio Internacional de los Afrodescendientes
(2015-2024).
Isabelle Mamadou
cuenta con una larga trayectoria en la defensa de los derechos de personas de
ascendencia africana
Nacida en Kinshasa
(República Democrática del Congo), de madre española y padre centroafricano,
Mamadou es diplomada en Trabajo Social, cursó un Postgrado en Ayuda Humanitaria
y un Máster en Relaciones Internacionales. Completó más tarde su formación en
Derechos Humanos en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos (SOAS) de la
Universidad de Londres. Con amplia experiencia profesional en migraciones y en
prevención de la violencia contra las mujeres, su larga trayectoria en la
defensa de los derechos de personas de ascendencia africana se plasmó en 2013,
cuando pasó a coordinar las estrategias de la organización Movimiento por la
Paz en la Comunidad Valenciana.
¿Qué es el Decenio Internacional para
los Afrodescendientes? Es una etapa histórica en la que Naciones
Unidas y los Estados Miembros se comprometen a adoptar medidas para combatir el
racismo. En este sentido, se ha creado un Programa
de Actividades que promueve la aplicación efectiva de los dos principales
instrumentos internacionales para la eliminación de la discriminación racial y
étnica: la Declaración de Durban y la Convención
Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial.
Para la comunidad
afro representa una oportunidad para visibilizar nuestra historia, empoderarnos
y ocupar los espacios que nos corresponden, también en el ámbito internacional.
Es hora de mostrar al mundo que existimos. Y de pedir la reparación de siglos
de exclusión.
Las instituciones
españolas apenas han comenzado a aplicar el Programa de Actividades. Algunas de
ellas todavía no conocen el Decenio. Por ello, nuestro primer paso será su
visibilización en todas las comunidades autónomas.
¿Sigue habiendo discriminación racial
en el mundo? El racismo es, sobre todo, un problema económico y persistirá en
el mundo mientras las naciones más ricas aumenten su riqueza a costa del
empobrecimiento de los países del sur. Además, cuando las sociedades
contemporáneas no se reconocen como multiculturales, las personas
afrodescendientes caemos en una situación de “invisibilidad social”. Las
políticas de cierre de fronteras, el internamiento de personas migrantes o las
deportaciones forzosas también constituyen formas de racismo contemporáneo.
¿Y en España? Los
afroespañoles seguimos sintiéndonos extranjeros y extranjeras en nuestro propio
país. Aportamos una contribución importante a la vida económica, social,
científica y cultural de nuestro país. Pero la educación formal no proporciona
información sobre nuestra aportación en la construcción de la sociedad
española. Tampoco sobre la responsabilidad de España en los crímenes del
colonialismo y la esclavitud. Al contrario, el sistema educativo constituye uno
de los mecanismos a través de los cuales se fomentan estereotipos negativos
hacia las personas de ascendencia africana, y esos estereotipos afectan a la
identidad de los menores.
La situación de los
migrantes africanos es todavía más complicada. En los siete años que llevo
trabajando en la ONG Movimiento por la Paz, he atendido a muchas personas que
han visto empeorar su situación de exclusión debido al racismo institucional:
mujeres víctimas de violencia sexual que no denuncian por miedo a la
deportación, jóvenes que no tienen derecho a la educación superior, enfermos
excluidos del sistema sanitario y un largo etcétera de personas rechazadas por
no tener permiso de residencia. El racismo institucional es el que más
frustración nos produce porque deja un sentimiento de desamparo y desconfianza
en las instituciones encargadas de proteger nuestra identidad étnica y
cultural.
¿Qué medidas pueden tomar la sociedad
civil y las instituciones? España ha adoptado numerosos compromisos de
lucha contra la discriminación e introducido nuevas medidas legislativas, pero
todavía queda mucho por hacer:
Entre las últimas
recomendaciones del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial
(CERD) de la ONU al Estado español, destaca la eliminación de los controles
policiales basados en perfiles étnicos. Pero el acoso racista por parte de las
Fuerzas de Seguridad sigue produciéndose con total impunidad a pesar de estar
legalmente prohibido.
El primer paso para
superar los prejuicios raciales es reconocerlos y visibilizarlos. El racismo es
un problema de todos y todas pero entre la ciudadanía sigue habiendo un gran
desconocimiento sobre lo que son actitudes racistas y lo que no.
En los últimos años
he atendido a muchas personas que han visto empeorar su situación de exclusión
debido al racismo institucional
Desde las entidades
sociales y ONG se debería contar con nuestra participación y tener en cuenta
nuestros criterios a la hora de diseñar iniciativas orientadas a combatir el
racismo. Acompañarnos y apoyarnos, pero sin ocupar el lugar que nos corresponde
en foros, debates y espacios reivindicativos. Porque no hay mayor experto en
racismo que el que lo sufre constantemente, y las propias personas
afrodescendientes somos las que debemos liderar la lucha para el reconocimiento
de nuestros derechos humanos. De lo contrario seguiremos siendo receptoras de
medidas ajenas a nuestra realidad.
Somos invisibles
incluso en las estadísticas porque en España no se recoge información sobre la
composición étnica y racial de la población, y eso repercute en que no se
diseñen políticas específicas dirigidas a paliar nuestras problemáticas.
El Racismo y el
sexismo suelen ir de la mano, es decir que existe un odio racial y de género
dirigido exclusivamente a las mujeres y niñas afrodescendientes. Por ello,
todos los programas que se formulen para combatir la discriminación racial
deberían incluir la perspectiva de género. Al igual que las políticas de género
deberían integrar un enfoque étnico y racial.
Desde Naciones Unidas, ¿qué medidas
están tomando al respecto? El Grupo de Trabajo de Expertos sobre los
Afrodescendientes realizará una visita a España para examinar la situación de
derechos humanos de nuestra comunidad. Tendremos la posibilidad como colectivo
de visibilizar nuestra situación de desigualdad y fortalecer con el apoyo de
Naciones Unidas las iniciativas del Decenio Internacional para los
Afrodescendientes. Por otra parte, como novedad este año, el Alto Comisionado
subvenciona propuestas de proyectos de la sociedad civil centradas en el tema
del Decenio Internacional. En España tenemos un potencial enorme entre la
comunidad afro, multitud de iniciativas innovadoras que podrían impulsar
nuestro desarrollo y ser referentes a nivel internacional.
¿Cuáles son las metas que os habéis
propuesto? Queremos construir un futuro en el que se reconozca el valor y la
diversidad del patrimonio cultural africano y afrodescendiente. Somos
conscientes de que el camino hacia la igualdad es largo, pero este Decenio
Internacional representa una gran oportunidad para forjar la unión de los
colectivos de personas afrodescendientes y crear así un movimiento sólido de
defensa de nuestros derechos humanos.
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