
Como en las grandes ciudades capitales modernas, sus grupos poblacionales se han incrementado a través de las migraciones a zonas periféricas, donde en la búsqueda de condiciones mas favorables, las victimas del desplazamiento por razones de violencias de distinta índole, que no han tenido la atención necesaria y suficiente.
De tal manera es la aglomeración, que bien podría decirse que no hay vías ni infraestructura que soporten el desmedido crecimiento y la falta de una verdadera planeación, ni contingentes para soportar cualquier tipo de emergencia. Su sistema de servicios públicos, por poner tan solo un ejemplo, sistema de relleno sanitario, acueducto y alcantarillado, ostentan un promedio de 10 o más años de atraso. Igual suerte en el tema del sistema hospitalario, que mantiene a la administración en jaque día a día.
La oferta crece al tamaño de las industrias sobre lo cual nadie ejerce verdadero control, de tal manera que las licencias de construcción, por ejemplo, crecen desmedida y desordenadamente, de tal manera que se han convertido en meganegocios, encareciendo su suelo y el uso derivado de los negocios inmobiliarios. Sin lugar a dudas, Bogotá seguirá ostentando uno de los primeros puestos, entre las ciudades mas desordenadas del mundo.
Tal vez sea por esta razón que es multiplicadora de oportunidades, donde quiera que uno vaya, no falta una venta de empanadas, arepas, y todo tipo de ventas callejeras, que hacen que se incrementen los índices de informalidad, mas del 35% reportado, según el DANE, y aunque también las cifras de pobreza oculta.
No obstante todo y el Covid, que sacó a la luz, mas de una realidad subvalorada, y las cifras que nunca cuadran, sobre cuantas son las personas en condición de vulnerabilidad, habitantes de Bogotá, y carentes de todo tipo de asistencia social ni humanitaria, a raiz de la perdida de empleos, que ya pasan de los 2 millones. Vale la pena la reflexión-
BOGOTA LA CIUDAD DE TODOS;
0 comentarios:
Publicar un comentario