Nuestra Emisora

miércoles, 6 de mayo de 2020

EL ARTE DE SOBREVIVIR EN CUARENTENA


foto de PATRICIA RIVERA.  El Arte de Sobrevivir en Cuarentena.
  El Homo Sapiens desnudo y sus Vergüenzas
   Por Alfonso Avellaneda Cusaría. 
Comentario Nuestra Actualidad. Urdimbre R.


¨ El Homo sapiens desnudo y sus vergüenzas,¨  por      Alfonso Avellaneda Cusaría 

¡!Qué maravilla!!, estamos viviendo, gracias al COVID-19 un gran momento histórico, de Norte a Sur, de Oriente a Occidente la Humanidad esta desnuda y mostrando sus vergüenzas, que no se pueden tapar con hojas de parra, como, según la religión cristiana tuvieron que hacerlo Adán y Eva al salir del paraíso. No, en 250.000 años aproximadamente de existencia de la especie humana sobre el Planeta Tierra, no se había visto en todo este espacio geográfico viviendo y sintiendo al mismo momento una sola vivencia, tener que encerrarse en sus limitados espacios de vida a todos los humanos, no importa que en unas latitudes sea de día y en otras de noche, que en una el sol este en el amanecer, en otras en el cenit y en otras en el ocaso. 
Esta desnudez, infortunadamente nos avergüenza, porque no es la desnudez del cuerpo humano, que no tiene nada de qué avergonzarnos por este, ya que es una de las maravillas de la naturaleza, sino del cuerpo social a donde nos ha llevado una Modernidad espuria a cuya cabeza se ha puesto un régimen de dominación: el capitalismo. En efecto, los países Noratlánticos: Europa Y Norteamérica, en la primera donde nació la Modernidad y las primeras grandes potencias planetarias Grecia, Roma, España, Portugal, Alemania, Francia e Inglaterra se están mostrando al orbe, gracias a los sistemas informáticos globalizados, tal como son: territorios de desigualdad e injusticia, de concentración del poder y violación de los derechos fundamentales a la vida y la salud. Como decía el poeta pablo Neruda, “Ellos aquí trajeron los fusiles repletos de pólvora, ellos aquí trajeron el acervo exterminio”, refiriéndose a la forma como a nombre la Modernidad y la civilización Europa y Norteamérica, han ocupado las tierras del Sur en los últimos 500 años y ahora la realidad los muestra como son: Ciudades lujosas que escondían tugurios de pobreza, poblaciones vulnerables y vulneradas en sus derechos, ancianos desprotegidos, naciones que están compitiendo en este momento histórico de pandemia. cual es la que pone más muertos diariamente en la carrera, hasta ahora perdida contra el COVID-19. 
Aquel país gobernado por el racismo extremo, por el emperador más arrogante que quiere invadir países con sus grandes flotas militares, está mostrando la realidad del Sueño Americano. Nueva York, una hermosa ciudad donde se resume lo mejor del cosmopolitismo global con sus riquezas arquitectónicas y sus expresiones artísticas, donde las naciones del mundo tiene un espacio neutral para debatir en la sede de las Naciones Unidas, está mostrando su agudo subdesarrollo con millones de poblaciones empobrecidas que desde el mismo centro del Manhatan se extienden por debajo de los puentes hacia Queens, Harlem,.. y van dejando día a día millares de muertos. Italia, la otrora poderosa nación, centro del Imperio Romano, no puede esconder sus muertos detrás de las maravillas de Roma, Venecia, Florencia y Milán, porque son demasiados para ocultar esa verdad de subdesarrollo en relación con lo más sagrado de lo humano, el derecho a la vida y la salud. La arrogante Inglaterra, donde el capitalismo se inauguró con fuerza durante los siglos anteriores y que con sus barcos domino el mundo, se ha separado de Europa para no seguir mezclada con un continente en decadencia, ve como Londres presenta un espectáculo de desolación y muerte. La población inglesa se está mirando en su propio espejo. España, donde el segregacionismo hacia 
Latinoamérica no puede esconderse, ahora tampoco puede esconder su desgracia y su confusión frente al virus que desnuda su incapacidad día a día. 
Las pandemias de hoy, seguramente no causaran tantas muertes como en el pasado por millones, pero en un mundo globalizado, que gracias a la ciencia se declaraba seguro, bastará con unos cuantos miles de muertos en distancias de miles de kilómetros a la vez y por la misma causa, que no se puede controlar, para que ese mundo global que había proclamado haber llegado al fin de la historia se aterrorice porque significa el fracaso del progreso, del autoproclamado Desarrollo con mayúscula y es como el volver a empezar en medio de la confusión y el caos, porque les duele reconocer que el Dios Dinero, personificado en el Dólar como moneda global dominante y su agente el mercado no pueden hacer nada frente a este David, que sin una bala siembra la muerte en las entrañas más seguras, las megalópolis capitalistas. Les duele sentir que hoy Nueva York está por debajo de las despreciables e inseguras, según ellos, favelas de Rio de Janeiro o los barrios pobres de Calcuta o la miseria que dejaron las conquistas inglesas en Johanesburgo y Bombay. 
Por el lado de nuestra América Latina, territorio de indígenas, mestizos y afrodescendientes, estamos viviendo a merced de los regímenes de los serviles del neoliberalismo más arrodillados que ninguno, en relación con a las potencias económicas de Estados Unidos y Europa, que se esconden para mostrar su fracaso, como en el caso del gobierno ecuatoriano que tan pronto aprecio el Covid-19, dijo a alta voz que Venezuela iba a sucumbir, ha tenido que tragarse sus propias palabras ante el infinito desastre de Guayaquil, donde los muertos por centenares bajan por el río Guayas hacia el Pacífico; Bolsonaro en Brasil, mantiene los ojos puestos en Estados Unidos como el salvador del mundo, no quiere reconocer su incapacidad para enfrentar la epidemia y esa potencia de los países emergentes del BRICS que agrupa a Brasil, Rusia, India, China y Sur África, orgullo del Sur, están hoy gracias al régimen cuasi fascista y segregacionista en la incertidumbre y la crisis humanitaria en sus ciudades. 
Los demás países incluida Colombia, que además se unió a Trump para condenar a la Organización Mundial de la Salud y ha encabezado la ofensiva contra Venezuela, continúan plegadas al espejo de Estados Unidos y parecen simples peones de brega o verdugos en las jugadas geopolíticas por el dominio del territorio entre Estados Unidos, Rusia y China. Venezuela como pueblo, a pesar de estar sufriendo los infames cercos y económicos de Estados Unidos, condenados por Naciones Unidas, está sorprendiendo con el control del COVID-19 y recibe miles de sus compatriotas que por segregación o por desilusión están regresando de Perú, Ecuador y Colombia a su territorio original y Cuba que continua bajo el bloqueo de Estados Unidos, ha venido respondiendo con solidaridad y acompañamiento de brigadas de médicos a diversos países. 
La dramática situación de New York, conocida como Capital del Mundo, nunca había mostrado con tanta evidencia la validez de dicho apelativo, en efecto, allí se está viviendo la realidad de lo que es la Modernidad con su despliegue de riqueza y recursos, su arquitectura y el hábitat de casi todas las expresiones culturales del planeta entero: el barrio chino, el barrio italiano, las extensas zonas latinas y los barrios de colombianos como los hay en la zona de Queens, pero también las expresiones mas profundas de la segregación racial y económica. Allí esta el centro del poder económico del capital, insignia del capitalismo en su fase más refinada y violenta, el capital financiero, en Wall Street que contrasta con los escenarios del origen de la salsa en los barrios negros de Harlem y otros. Pero también sobre la Gran Manzana y sus territorios vecinos que 
conforma la Capital del Mundo, en los guetos de inmigrantes de todas las nacionalidades de países del Sur (África, Asia y América Latina), es donde con mayor fuerza se esta expresando la muerte producida por el COVID 19. En esta ciudad han muerto en un mes más seres humanos que los soldados norteamericanos en la Guerra perdida de Vietnam. 
En otras palabras, esta ciudad insigne de la Modernidad ha desnudado al Homo sapiens con todas sus vergüenzas: territorio de la segregación, la miseria y la muerte de la humanidad, por eso nos duele, porque allí están nuestros hermanos de nación, de pueblo, de etnia, de cultura, de sangre, de leyenda, aquellos que soñaron con el Sueño Americano como la posibilidad de vivir en el Paraíso Terrenal, hoy viven la realidad, que la nación más poderosa, Estados Unidos los ha abandonado a su suerte, y después de haber entregado sus vidas por varias generaciones a esta nación, en el momento más crítico son las principales victimas del virus, debido a que son los más vulnerables: sin servicio de salud, sin empleo, sin vivienda digna, sin esperanza, sin desarrollo, mostrando al mundo que el llamado subdesarrollo, utilizado para denominar de manera prepotente y despreciativa a los países del Sur, por los sabios de la economía global de Wall Street, con su títulos de Harvard, Oxford y otros grandes centros de la “ciencia”, también se vive en el propio corazón de su imperio norteamericano y Noratlántico. Los países donde nació la Modernidad, símbolo del Fin de la Historia, por quienes consideran que es la expresión máxima y última de la expresión humana, viven hoy la crudeza de sus resultados en la cuna de la misma: Italia, Alemania, Francia, Inglaterra y “nuestra “Madre Patria”: España, todo esto es la expresión cruda del capitalismo en su fase mas violenta y segregacionista el neoliberalismo. 
Esta cruda realidad, contrasta por otra parte con las respuestas de la Naturaleza en esos mismos territorios, expresiones de especies de la fauna silvestre, que los “científicos” de la ecología de la ignorancia, los “sabios” de la biodiversidad” habrían declarado extintas, están recorriendo hoy las calles de Paris y de otros pueblos y ciudades de Europa y Norteamérica, pero también de nuestras ciudades en Latinoamérica y Colombia. En Bogotá los bellos zorros silvestres de los bosques altoandinos recorren uno de los centros de la Modernidad bogotana, el barrio Santa Barbará en la localidad de Usaquén y en la costa del Pacífico los grandes rebaños de delfines nos muestran sus danzas de la vida. Esto nos trae un mensaje de esperanza: Si bien la degradación ambiental con todo este capitalismo extractivista que vivimos ha sido profunda, la Naturaleza se resiste a desaparecer y nos convoca, con estas expresiones a los humanos que nos hemos creído por encima de ella, que nos hemos autoproclamado dioses con el arma del capital dinero, a que dialoguemos entre hermanos, porque somos todos hijos de una sola madre: la Tierra, la Pacha Mama, en la bella expresión de nuestros pueblos ancestrales, de los pueblos fundantes de la nación colombiana y de Latinoamérica entera: los pueblos indígenas. 
Esta realidad global, nos muestra que la Naturaleza que hemos denominada salvaje y la naturaleza humana, que hemos considerada superior a la primera, son globales y son únicas como expresión de la vida en todo el Orbe. Que la expresión de lo salvaje es la humanidad bajo el dominio del capitalismo y que las expresiones de la naturaleza no son salvajes sino silvestres, libres, resilientes, sabias, llenas de expresiones de vida que contrastan con las expresiones de la guerra, la segregación, la violencia, la muerte de los grandes señores que dominan las naciones más poderosas desde Washington, Paris, Tokio, Londres, Berlín y en Colombia desde Bogotá, desde el Palacio de Nariño, el Ejecutivo con el lenguaje diario por la TV, distractor alrededor del COVID-19, quiere tapar la realidad de la violencia contra los líderes sociales, la violación de los derechos humanos por la 
Inteligencia Macabra que anida al interior del Ejercito y la Fiscalía y la pobreza y miseria extrema que viven los trabajadores colombianos que en un 60% viven del trabajo informal, del producto de sus oficios día a día, sin servicio de salud, sin vivienda digna, pero también de los trabajadores profesionales que han perdido su empleo y su calidad de vida, ganada con gran esfuerzo por generaciones, de la noche a la mañana, se ven empobrecidos, de población de la tercera edad donde solo 10% tiene derecho a la pensión, mientras los pocos dueños del capital financiero se enriquecen gracias la expoliación sobre toda la economía, favorecido por las políticas gubernamentales que hoy tiene su expresión mas cruda en las presentaciones presidenciales diarias del Ejecutivo, que no son mas que un sainete, un acto teatral del buen hijo, frente a sus padres que lo colocaron allí, gracias al juego de capitales salidos de los bancos de Sarmiento Angulo, gran jefe de ellos y su tenebrosas alianza con el capital del narcotráfico y de los dueños de las principales empresas extractivistas de carbón, oro, níquel, energía, petróleo palma africana, caña de azúcar y los innombrables señores semifeudales, dueños, unos pocos ellos, de la mayoría de las cuarenta millones de hectáreas de ganado improductivo y degradante, de extensos territorios donde se ha enseñoreado la violencia contra campesinos, afrodescendientes e indígenas, que desde la Federación de Ganaderos y del Parlamento, ordenan a todos los poderes del Estado para que las cosas sigan como han estado, hasta ahora: el poder para unos pocos y la miseria para la inmensa mayoría del pueblo de Colombia. 
Aquí, en este suelo, en esta tierra de la Colombia profunda, hemos visto como la guerra que por las inmensas riquezas que nos ofrece el territorio se ha desarrollado durante muchas décadas, con seis millones y medio de desplazados y 250.000 muertos en los últimos 25 años, toda nuestra vida de los que nacimos por allá entre 1940-1960 ha dado, por lo menos por ahora un triunfador, el señor del narcotráfico Pablo Escobar, sus métodos, sus propósitos y sus objetivos de doblegar al país con los dineros fáciles y el paramilitarismo como su instrumento, han doblegado a esta nación y ha llegado al ejecutivo en tres gobiernos, que han dominado el panorama político y los poderes del Estado por su heredero, el innombrable, incluido el gobierno actual. A través de su poder han impedido que se consolide la Paz, porque la guerra es su hábitat, es así como el COVID-19 se está enseñoreando sobre poblaciones vulnerables y liquida con preferencia a quienes están débiles por alguna enfermedad, generalmente propiciada por ambientes contaminados o por las condiciones de pobreza, miseria e inexistencia de un sistema de salud que dignamente atienda a la población a todos los niveles. 
No solamente se ha descuidado la población en su derecho a la salud, derecho fundamental y básico para vivir bien y producir, sino que se la ha privatizado este derecho humano, desde Europa, Estados Unidos y por supuesto Colombia, para que los señores de la guerra y el neoliberalismo hagan dinero, para eso se crearon los Fondos Privados y las EPS, para que los recursos que deben garantizar el bienestar sanitario de la población fueran una mina más de riqueza. Las locomotoras del desarrollo minero, energético, de infraestructura y de agricultura capitalista con monocultivos de palma africana y azúcar, en los últimos 30 años han visto fluir inmensas cantidades de capital, que se queda fuera del país y han dejado en los territorios que los han enriquecido a millones de personas en la pobreza y el desamparo. Territorios destruidos, ríos como el Cauca, gracias a la Represa de Hidroituango, aguas abajo con miles de miles de pescadores, agricultores y gentes del comercio en grave crisis sanitaria, económica y social. En Boyacá y Cundinamarca, Santander, Cesar, la Guajira, Córdoba, tierras de grandes minerías a cielo abierto de carbón, puzolana, materiales de 
construcción, dejan niños con infecciones respiratorias agudas (IRA), en muchos de estos asentamientos en Barrancas, Albania, Cogua, Samacá, Sogamoso, Duitama y Paipa están cerca de las escuelas rurales. 
El agua, que en este período COVID-19 se ha visto como el principal recurso para prevenir la enfermedad en gran parte del país, la población no tiene derecho a usarla porque ha sido destruida por el extractivismo minero y energético y por una agricultura alimentada con plaguicidas o por las aguas residuales industriales y domesticas que después de 36 años de emitido el Decreto 1594/84, que fijó un plazo de 11 años para ser tratadas adecuadamente con el fin de controlar la contaminación de este recurso y prevenir enfermedades diarreicas agudas(EDA), aun no se ha cumplido, siendo una de las causas principales la privatización de este recurso básico y derecho humano, reconocido por Naciones Unidas como tal, un profundo fracaso del llamado Sistema Nacional Ambiental, detrás del cual están las trasnacionales del capitalismo verde (IUCN, Natural Conservation, Fundación Natura, Conservación Internacional) que dictan las políticas al Estado para que sin dolor entregue la biodiversidad, patrimonio nacional y base de la soberanía alimentaria a los bancos genéticos del Norte y el agua del rio Magdalena, corazón de esta Colombia, para que sea ahogado por las hidroeléctricas como Betania y El Quimbo. 
En este escenario de crisis, donde el COVID-19 ha desnudado el hábitat del Homo sapiens y dejado ver sus vergüenzas a que lo ha llevado el capitalismo, no cabe ninguna lágrima más, es necesario recoger las mejores lecciones de las luchas emancipatorias de todos los pueblos del mundo y levantarse una vez más, esta vez en forma global, ya que la situación actual nos ha demostrado que a pesar de la diferencia de etnias y manifestaciones culturales y geografías, somos Humanidad que se declara en resistencia frente al capitalismo y su manifestación mas clara el neoliberalismo, reivindicando la vida, el trabajo campesino, el trabajo de asalariados y creativos a todos los niveles, la agricultura sana libre de plaguicidas, las aguas limpias, los paisajes urbanos llenos de árboles, flores y aves. 
Reconocer el fenómeno de la vida, el fuego de la vida que tiene su origen en la luz solar sobre una hoja verde, ahí está el reconocimiento de nuestra existencia con diferencias de pensamiento y credos, pero con un solo propósito la búsqueda de la Paz, el respeto a la dignidad y la reivindicación de la salud y la vida, bienes esenciales de todo ser humano, que solamente se pueden disfrutar en ambientes de naturaleza exuberante. Los sueños del dinero como bien esencial son la pesadilla del presente, desafortunadamente (¿o afortunadamente?) el COVID-19 nos ha despertado (¿Por fin nos hemos despertado?) para que nos miremos al espejo y nos lavemos las manos con agua pura y nos vistamos con trajes de los artesanos o industriales de nuestros territorios, nos desayunemos con productos de la agricultura limpia, nos demos un saludo y un abrazo, para vivir con dignidad los buenos días que nos esperan. Bogotá, mayo 5 de 2020.

Creer en medio de la desesperanza...
Por Lucia Vasquez...Urdimbre.

Mucho se habla hoy acerca de las secuelas que nos dejará el Coronavirus, en todas las formas de sobrevivencia, pero lo mas significativo parece ser el tema de las economías creativas, que a fuerza de reinventarse, han impuesto un lenguaje en las diferentes redes sociales.  Nos hemos adaptado sin lugar a dudas, a estas medidas que nos impone el reto de permanecer en casa, como único acto válido, preventivo contra la pandemia, que ninguna mente había imaginado hoy, por lo cual no podríamos establecer correctamente el interrogante: Qué tan preparado se encuentra nuestro país, para enfrentar la crisis generada por el fenomeno COVID 19, más conocido como Coronavirus. 

Hemos decidido frente al horror, inevitable, de perdidas de empleos, separación de familias, confinamiento y perdida de confianza en las bolsas mercantiles, y toda suerte de conflictos económicos al interior de los hogares, etc, etc,,y pese a todo, y contra todo pronóstico, florecen las nuevas iniciativas empresariales on line, o aquellas que dan continuidad a través de la red, de lo que fuera por ejemplo una famosa pastelería del barrio Fontibon de Bogotá, o las granjas agrícolas, que un grupo de mujeres han logrado desarrollar con gran destreza, para posicionarse como nuevos mercados cautivos, que  tenderán a fortalecerse en un tiempo determinado.

Que tan acostumbrados estábamos a recibir el pan del desayuno a domicilio, a través de una aplicación web, o recibir vídeo llamadas en grupo, clases gratuitas y programas de televisión llamados refritos, que hicieron de la televisión un plan familiar, que para fortuna de muchos, regresan a las pantallas? , ante las soledades que los jóvenes percibían en sus habitaciones, antes de la pandemia...y en espera del retorno de sus padres, luego de una larga jornada laboral, pues si que hemos tenido que cambiar...casi dando el timonazo completo, girando 180 grados, a las circunstancias que nos impone el duro reto de la sobrevivencia, de la mejor manera posible.

Al asumir los retos, hemos podido observar la fluidez de la solidaridad con los mas necesitados, el deseo de apoyar campañas y donaciones, el servicio y asistencia social etc. etc. en la mayoría de los ciudadanos como respuesta instintiva a la dificultad y preocupación por los vecinos, conocidos o no, pero es generalizado, tender una mano, en la medida de las posibilidades de cada uno de nosotros...Pero hay estamos, el pueblo colombiano, dando ejemplo de civismo ante esta emergencia con mayúscula.  

No podemos decir lo mismo de nuestros empresarios de aerolineas, bancos y algunos alcaldes que han usufructuado la emergencia, para beneficio personal, con  sobrecostos y altas tasas, para el caso de los Bancos, en detrimento del menguado bolsillo de los colombianos, que por esta condición misma, han sido una franja de pequeños comerciantes de pymes, y sectores que el gobierno ha determinado como beneficiarios de créditos a través de la Banca Multilateral Bancoldex, pero la realidad no es de papel...no han recibido dichos apoyos, por no contar con las garantías que requiere el sector bancario, para la realización de estos  prestamos, que el gobierno llama auxilios para los empresarios....Quienes nos mienten cada día?

Como si fuera poco, en la lupa de las entidades de control Fiscalia, Procuraduria y Contraloría, están mas de 4000 contratos firmados en el país, con detrimento al patrimonio de los colombianos, provenientes de dineros destinados para compra de mercados a las familias mas necesitadas, en la mayoría de los casos, con la anuencia de políticos y autoridades locales...Sera que existe otro país tan inverosímil como el nuestro?









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