Claudia Mar
Con esta sugestiva imagen estamos invitándoles a visitar las Plazas de Mercado: esos atractivos sitios que tienen una grata recordación en la memoria de muchos de nosotros, claro los mayores de 40. No excluyo a los jóvenes, porque también a diario vemos muchos de ellos haciendo sus compras allí. Las plazas de mercado de nuestra ciudad, además tienen una cadena afectiva de servicio, que involucra a las regiones, los campos de nuestra ruralidad y aquellos desarrollos productivos, que se levantan día a día a pulso, ante la ola de supermercados que ha invadido las principales ciudades.
Detrás del concepto ¨Plaza de Mercado se expresa una cultura que ha preservado un disfrute por una alimentación tradicional a base de productos nacionales, venidos del campo para complementar una alimentación mas sana. Características que han perdurado y se resisten a la sofisticación de los hipermercados que se instalan en los diferentes barrios de nuestra ciudad.
Hoy por una responsabilidad social de fortalecer el agro, es imprescindible fortalecer esta cadena de oficios que componen las Plazas de Mercado, en la ciudad de Bogotá. Administradas por el Instituto de la Economía Social, IPES, las plazas de Mercado declaradas algunas, de interés Cultural, caso de la Plaza de las Cruces por su arquitectura de época y que contempla una historia de gran importancia para la capital, caso que debería ser ampliado a todas en su conjunto, siendo estas un eje significativo en la vida de los bogotanos otrora.
La historia de las ciudades y pueblos esta arraigada al quehacer de los campesinos y sus labores de siembra y cosecha, que a la vez, antiguamente, llegaban a las plazas de mercado, directamente, sin intermediarios. Sitios de encuentro social y transacciones comerciales, además de ser el sustento de las familias que allí laboraban. Para el caso de Bogotá, los campesinos llegaban con sus cosechas para ser vendidas en diferentes puntos de la ciudad, circundados de ruralidad. Por lo tanto, nuestras formas culturales de comercio, parten de estos acervos que fundamentan nuestra cultura y hacen parte de la memoria colectiva de la ciudad, para el caso bogotano.
Por otra parte, se reviste de importancia para todas las naciones del mundo, el tema de la crisis alimentaria, de tal forma que hoy se considera que la riqueza de una nación, esta en el autoabastecimiento agrícola de su población. Hecho que nos lleva a contemplar el salvamento al campo, y la producción agrícola, amen de otros temas como la sobreexplotación de los suelos, la contaminación de los ríos, y los contaminantes químicos y herbicidas que no permiten la producción de alimentos sanos. Crisis permanente y a nivel mundial. Entonces urge la necesidad de alimentos orgánicos y protección y manejo ambiental adecuado, como parte y eslabón de las plazas de mercado, que se ven también avocadas al vaivén de los mayoristas y los hipermercados, como formas modernas que cautivan pero no convencen, y que definitivamente sin una verdadera política de protección agrícola y subvenciones del Estado, seguirá a la deriva, aunque las plazas de mercado nos encanten.
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