Foto en la Red. Escrito para URDIMBRE, por Claudia MAR
Nunca como ahora hemos sido tan conscientes de la profundidad de la crisis que afronta la salud en nuestro país. Tenia que mostrar esta pandemia no solamente los años de atraso a nivel de salud publica y lo que de ello se deriva, sino la carencia de voluntad para abordar desde hace varias décadas, la ineficacia de la Ley 100, que rige el sistema de salud en Colombia.
Por cuenta de las asociatividades y el funcionamiento de la salud bajo el esquema de negocio antes que el de servicio social, básico y derecho fundamental a que tiene derecho la población, sin restricción y distingo de clase social. Si esta finalidad se hubiese impuesto desde sus inicios, otro hubiese sido el destino, que como tantos males, han carcomido el presupuesto, de por si, depositado en las manos equivocadas.
Existe en el país un consenso acerca de la deplorable historia de las EPS, como administradoras de un bien común, que le fue entregado a empresarios privados, luego de haberle propinado el golpe a la salud pública, con la privatización del ISS, instituto de seguros Sociales, y las viejas estrategias de quebrar los hospitales públicos, que hoy, paradógicamente le han salvado miles de vidas a causa del Covid 19-
Innumerables casos de corrupción al interior de un sistema de salud, que nadie le ha puesto la lupa, y que resulta insólito, saber hasta cuando aguantaremos tanto despilfarro y desgreño administrativo, corrupción y amañamiento de todos los gobiernos de turno, con la salud de los colombianos, que dicho sea de paso, no es gratuita, pues somos millones de aportantes a un sistema vetusto y requete saqueado.
Las multas que se han pretendido imponer, a Entidades Prestadoras de Salud, no pasan de ser paliativos a este otro virus que viene agobiando a nuestro pueblo, cada vez mas vapuleado e inerme ante tantos negociados vergonsosos- Para bien o para mal, la pandemia vino a trasformarlo todo. Que empecemos por la Salud, es un imperativo.
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